La ablactación es el término que se usa para describir el inicio de alimentos
diferentes de la leche. Se recomienda iniciarla no antes de los 4 meses de
edad pero la mayoría de las academias pediátricas coinciden en que empezar a
los 6 meses disminuye el riesgo de obesidad y alergias en el futuro.
El concepto básico de la ablactación es que la nutrición pase a ser gradualmente una
nutrición basada en alimentos sólidos al año de edad de modo que para entonces la
leche solo sea un complemento.
El mejor momento.
Es conveniente iniciar con una toma de papilla al día y esperando
que solo pruebe si acaso un par de cucharaditas el primer día. La hora más conveniente
depende de cada bebé, lo mejor es dárselo a la hora que más hambre le da.
El lugar más cómodo.
Es importante tener un lugar adecuado
para la alimentación; se recomienda que, días antes de iniciar la
primera papilla, se coloque al bebé por momentos en la silla alta
(periquera) en la que se le va a dar de comer para que se
acostumbre al lugar. Es importante no tener distractores
(televisión, perro, etc.).
El cubierto.
El cubierto del bebé consiste en un plato, una cuchara y un babero. Use un
plato hondo que sea pequeño y de plástico. La cuchara debe ser una que se pequeña
(que entre en la boca del bebé), de plástico para no lesionar las encías.
El preámbulo.
Antes de dar incluso la primera cucharada es buena idea dejar que el
bebé juegue con un poco de comida que se le puede poner en la charola de la silla.
La entrada.
Desde luego no conviene que el bebé se llene con leche antes de comer la
papilla. En los primeros intentos es importante dar primero la papilla y, si después de
varios intentos la rechaza, entonces se complementa con leche. Cuando el bebé ya
tolera la papilla de manera aceptable, se le puede dar una “entrada” con un poco de
leche, suficiente para abrir el apetito pero no demasiado como para llenarlo.
Los primeros intentos.
En el primer intento no se debe tener
altas expectativas. Empezamos por poner un poco de papilla en
1/4 de cucharada y se lo damos, haciendo intentos sucesivos
cada vez con más contenido en la cuchara según se vaya
teniendo éxito. No se sorprenda si las primeras veces queda
más comida en el babero y la charola que en el estómago del
bebé; esto es normal pero si sucede por mas de 3 días, probablemente sea mejor
suspender e intentar nuevamente en un par de semanas.
Un solo alimento nuevo por varios días.
Cada alimento nuevo que se le da al bebé
debe ser dado al menos por 3 a 5 días y no dar ningún otro alimento. Esto permitirá que
el bebé se acostumbre a dicho alimento y reconocer qué efectos tiene sobre el bebé. No le de alimentos combinados a
menos que ya haya probado cada
alimento por separado.
Hay que saber cuando terminar.
Nunca continúe un la alimentación si el bebé ya
perdió interés. Las señales son muy claras: gestos, voltea la cara, cierra la boca o tira la
comida. No es bueno forzar la alimentación ya que siempre se puede intentar en otro
momento.
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