miércoles, 23 de noviembre de 2016

Hemorragias.

Son lesiones que producen perdidas de sangre coagulada por una agresión.

Tratamiento de urgencia
  •        Contener la hemorragia
  •        Hacer asepsia
  •        Cubrir y vendar
  •        Proporcionar asistencia medica


Clasificación de hemorragias
  •        Arterial
  •        Venosa
  •       Capilar
  •        Mixta


5 métodos para controlar una hemorragia
  •         Presión directa
  •        Elevación de extremidad
  •         Presión indirecta
  •     Torniquete 

Fracturas.

Es la ruptura total o parcial de un hueso por diversas causas; lo más común es que se deba a un accidente, una caída fuerte o una lesión deportiva. La fractura provoca un dolor intenso y dependiendo de la gravedad puede necesitar cirugía para recomponer el hueso.

Tipos.
Existen distintas formas de clasificar las roturas de los huesos. Dependiendo del tipo de daño, se clasifican de la siguiente manera:

  • Fractura completa: El hueso se rompe en dos partes.
  • Fractura en tallo verde: El hueso se rompe pero no se separa en dos partes. Es típica de los niños.
  • Fractura simple: El hueso se quiebra por una parte.
  • Fractura conminuta: El hueso se quiebra en más de una parte o se astilla.
  • Fractura abierta: El hueso sobresale a través de la piel.
  • Fractura cerrada: Hay rotura pero no sobresale el hueso por la piel.


Heridas en la piel.

La palabra herida designa a toda lesión que provoca una pérdida de continuidad en la piel, los músculos, los vasos sanguíneos, nervios, etc. Su gravedad dependerá de la profundidad, la zona donde se haya producido, su prolongación y el grado de infección que presente.
Las heridas, entonces, se clasifican en:
HERIDAS PUNZANTES: este tipo de heridas son originadas por elementos puntiagudos como agujas, anzuelos, etc. Existe la posibilidad de que el corte ocasiones hemorragias internas o dañe las cavidades subyacentes. Por otro lado, se corre el riesgo de infección.
HERIDAS CORTANTES: son producidas por objetos filosos tales como vidrios o cuchillos. A pesar de ocasionar una hemorragia escasa, puede llegar a poner en riesgo musculaciones, nervios y tendones.
ABRASIONES: la palabra abrasión se refiere básicamente a raspaduras, provocadas por la fricción de la piel con una determinada superficie. Aunque se considera una herida superficial, se debe tener en consideración la posibilidad de infección. De todos modos, suelen curarse de forma acelerada.
LACERACIONES: se refiere a una abertura en la piel y/o un desgarro en los tejidos. Son efectuadas por elementos de bordes serrados. Superficialmente son irregulares. De acuerdo al tamaño las laceraciones pueden ser menores o requerir alguna intervención médica.
MAGULLADURAS: son lesiones cerradas causadas por un golpe. No presentan heridas exteriores, sino que se distinguen como una mancha en tono morado.
CONTUSIONES: se ocasiona debido a la resistencia ejercida por los huesos frente a un golpe. La herida presenta bordes irregulares, y tiende a la formación de una cicatriz en la piel. Además, las contusiones suelen producir una hemorragia en los tejidos internos.
QUEMADURAS DE PRIMER GRADO: son superficiales, es decir que se limitan a lesionar la epidermis. En la zona de la herida se puede observar una pequeña hinchazón, y enrojecimiento. Además el individuo quemado experimenta dolor al tacto.
QUEMADURAS DE SEGUNDO GRADO: Éstas no sólo afectan a la epidermis, sino que la segunda capa de la piel (dermis) también es dañada. Los signos observados en la zona quemada suelen ser: hinchazón, pérdida de la piel y formación de ampollas de agua.

QUEMADURAS DE TERCER GRADO: aquí, además de afectar la epidermis y la dermis, se comprometen los tejidos internos, los músculos y tendones. La región herida no presenta sensibilidad a causa de la destrucción de los nervios. Asimismo, la probabilidad de regeneración es mínima. Las quemaduras de tercer grado suelen ser ocasionadas por el contacto con fuego, superficies y líquidos calientes.

Maniobras de Heimlich en bebés, niños y adultos.

Bebés.
Se considera bebé, por lo menos para fines de primeros auxilios, a los infantes que se les puede cargar con una sola mano, y manipular con relativa facilidad. Para la atención a éstos, es necesario estar sentados, para tener mayor seguridad en el trato. Se toma al pequeño, sosteniéndolo del pecho, bocabajo hacia nuestro frente con una sola mano sobre el largo del antebrazo. Con la mano que queda libre, específicamente con el talón de la palma (que es la parte contigua a la muñeca), se le dan cinco golpes fuertes (en proporción al desarrollos del niño) y rápidos en la espalda. Hecho esto, se voltea y con el dedo en forma de gancho se extrae el objeto extraño. Lo mejor es hacerlo en un solo intento, así se evita poner más en riesgo la vida de la criatura.

Niña y niños.
En el caso de menores, es decir: aquellos que no pueden ser sostenidos con una sola mano y que pueden permanecer de pie; el procedimiento es muy similar al que se usa con personas adultas, pero quien lo aplica debe estar sentado para poder adecuarse a la estatura del infante. Se le rodea con los brazos y se localiza el apéndice xifoides (que es el punto en donde convergen las costillas, también conocido como plexo solar; para mayor referencia es justo arriba de lo que llamamos "la boca del estómago") desde ese punto se marcan dos dedos hacia abajo; con una mano en puño y con la otra envolviéndola, se levantan un poco los brazos y se hace un movimiento violento en forma de J, con el cuidado necesario para no lesionar más al menor de los que le estamos ayudando. De ser necesario se repite el procedimiento.
Es muy importante que una vez realizada la maniobra de Heimlich se haga uso de los servicio de emergencia, ya que las consecuencias de esta pueden ser considerables. NO se debe dejar sin atención.

En adultos.
Si la persona se lleva las manos al cuello y no emite ningún sonido, usted debe colocarse en la parte posterior de la persona colocando una de sus piernas entre las del paciente para evitar que se pueda caer y lastimar en caso de que caiga inconsciente. Se rodea a la persona por debajo de las axilas con nuestros brazos, se busca el ombligo y la punta del esternón, o apéndice xifoides (que es el lugar justo donde se juntan las costillas, también llamado plexo solar o boca del estomago) y en medio de esos dos puntos que en personas delgadas queda aproximadamente a 2 dedos arriba del ombligo, se coloca nuestra mano en forma de puño y la otra envolviendo a la primera, en necesario levantar un poco los brazos en esa posición, simulando unas alas para que la fuerza de las compresiones recaiga en el lugar adecuado y no en las costillas. Se realiza un movimiento con fuerza en forma de J, es decir: de adelante hacia atrás y hacia arriba. Esto se realiza las veces que sea necesario para que la persona expulse el objeto extraño.
Este movimiento está imitando el movimiento que tiene el cuerpo cuando tosemos empujando los pulmones para que el aire que tienen dentro empuje el objeto extraño.

Cuando estamos solos, podemos recurrir a impactarnos con el respalde de una silla o algún mueble que quede a la altura indicada.

RCP (Resucitación Cardiopulmonar) en bebés, niños y adultos.

Bebés
1.    Verificar si hay respuesta de parte del bebé. Sacudirlo o palmearlo suavemente. Observar si se mueve o hace algún ruido. Preguntarle en voz alta “¿Te sientes bien?”
2.    Si no hay respuesta, pedir ayuda. Enviar a alguien a llamar al 112. No se debe dejar al niño solo para ir personalmente a llamar al 112 hasta que se le haya practicado RCP aproximadamente por dos minutos.
3.    Colocar al bebé cuidadosamente boca arriba. Si existe la posibilidad de que el bebé tenga una lesión en la columna, dos personas deben moverlo para evitar torcerle la cabeza y el cuello.
4.    Abrir la vía respiratoria. Levantar la barbilla con una mano. Al mismo tiempo, inclinar la cabeza hacia atrás empujando la frente hacia abajo con la otra mano.
5.    Observar, escuchar y sentir si hay respiración. Poner el oído cerca de la nariz y boca del bebé. Observar si hay movimiento del pecho y sentir con la mejilla si hay respiración.
6.    Si el bebé no está respirando:
  • Cubrir firmemente con la boca la boca del bebé
  • Otra forma es cubrir sólo la nariz y mantener la boca cerrada
  • Mantener la barbilla levantada y la cabeza inclinada
  • Dar 2 insuflaciones boca a boca. Cada insuflación debe tomar alrededor de un segundo y hacer que el pecho se levante.
7.    Realizar compresiones cardíacas:
  • Colocar dos dedos en el esternón, justo debajo de los pezones, y asegurarse de no presionar en el extremo del esternón.
  • Mantener la otra mano en la frente del bebé, sosteniendo la cabeza inclinada hacia atrás.
  • Aplicar presión hacia abajo en el pecho del bebé, de tal manera que se comprima entre 1/3 y 1/2 de su profundidad.
  • Aplicar 30 compresiones, permitiendo cada vez que el pecho se levante completamente. Estas compresiones deben efectuarse de manera Rápida y fuerte sin pausa. Contar las 30 compresiones rápidamente: “1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, ya”.

8.    Dar 2 insuflaciones más. El pecho debe elevarse.
9.    Continuar la RCP (30 compresiones cardíacas, seguidas de dos insuflaciones y luego repetir).
10. Después de aproximadamente 2 minutos de RCP, si el bebé aún no presenta respiración normal, tos o algún movimiento, el socorrista debe dejarlo solo si no hay alguien más e ir a llamar al 112.
11. Repetir el paso 9 hasta que el bebé se recupere o llegue la ayuda.

Niños
Los pasos de la RCP siguen una secuencia lógica para garantizar la efectividad y éxito de la técnica. Por ello no debemos saltarnos ningún paso:
1. Verificar el nivel de consciencia del niño. Podemos preguntar cómo se encuentra o practicarle leves sacudidas o palmadas, siempre y cuando tengamos la certeza de que no padece ninguna posible lesión en el cuello o en la cabeza debido a un accidente. Se debe observar si se mueve o emite algún ruido.
2. Si obtenemos respuesta. Si el niño responde moviéndose o verbalmente, deberemos dejar al niño en la posición en la que lo hemos encontrado (a menos que esté expuesto a algún peligro adicional), comprobar su estado y pedir ayuda si fuera necesario.
3. Si no obtenemos respuesta, pedir ayuda. Si el niño está inconsciente debemos pedir ayuda a alguna persona cercana. Si no hay nadie cerca no debemos dejar solo al niño.
4. Colocar al niño boca arriba. Debemos tumbar al niño sobre una superficie dura y plana, con la cabeza boca arriba y las extremidades alineadas. Es importante evitar torcerle la cabeza y el cuello, ya que si el niño ha sufrido un accidente podría tener lesiones cervicales.
5. Abrir las vías respiratorias. Para la abertura de las vías respiratorias se realizará la maniobra frente-mentón destinada a facilitar la entrada de aire por la boca. Para evitar que la lengua caiga hacia atrás, debemos levantar la barbilla con la cabeza fija y con una mano. A la vez, con la otra mano inclinaremos la cabeza del niño hacia atrás empujando la frente hacia abajo con la otra mano. En caso de presencia de un cuerpo extraño visiblemente y fácilmente extraíble en la boca, se intentará retirarlo con la punta de los dedos, pero nunca deberemos realizar un barrido a ciegas de la cavidad bucal.
6. Valorar y comprobar la respiración del niño. Debemos poner el oído cerca de la nariz y boca del niño y observar el tórax para comprobar si respira. Observaremos, escucharemos y sentiremos durante no más de 10 segundos antes de decidir si la víctima respira con normalidad. Si hay alguna duda actuaremos como si NO fuera normal.  
7. Si respira, le colocaremos en posición lateral de seguridad (PLS) siempre que sea posible y llamaremos a urgencias hasta la llegada de los equipos asistenciales comprobando en todo momento su respiración.
8. Si el niño no respira y estamos acompañados de otra persona, debemos indicarle que avise a emergencias. Mientras, nosotros no nos separaremos del niño e iniciaremos la respiración artificial (boca-boca).
9.  Comprobar signos de vida. Para comprobar los signos de vida deberemos observar signos de tos, movimientos y/o respiración.
10. Realizar las compresiones torácicas. El objetivo es comprimir el tórax contra la espalda de forma rítmica para conseguir que la sangre salga del corazón y circule por el cuerpo.
11. Llamar a urgencias y comprobar signos de vida. Si al cabo de un minuto de empezar la RCP, seguimos solos y no hemos podido llamar a urgencias, deberemos hacerlo ahora aunque para ello tengamos que abandonar momentáneamente al niño.
12. Finalizar la RCP. Deberemos continuar combinando 30 compresiones torácicas con 2 ventilaciones hasta que:
  • Llegue la ayuda del profesional
  • La víctima recupere la respiración efectiva
  • Estemos exhaustos


Adultos

A) Apertura de la vía aérea
En la víctima relajada, la lengua impide la entrada y salida de aire.
Abra la vía aérea extendiendo la cabeza hacia atrás, colocando una mano en la frente y otra en en mentón.
Acerque su oído ala boca de la víctima. MIRE si se eleva el pecho. ESCUCHE si entra y sale el aire. SIENTA en su cara el aire exhalado.
B) Respiración de boca a boca
Ocluya las fosas nasales. Manteniendo el sello entre su boca y la de la víctima.
Sople (como para inflar un globo) dos veces. Ud. debe lograr que el pecho se eleve con cada soplido.
C) Circulación
Luego de las dos respiraciones busque el pulso en el cuello. Para ubicarlo, coloque los dos dedos sobre la nuez de Adán y deslicelos hasta su lado.
Tómese cinco segundos para ESTAR SEGURO QUE NO HAY PULSO.

SI NO HAY PULSO: INICIE LA REANIMACIÓN.
Ubique el borde inferior de las costillas y recórrala s hasta donde se unen con el esternón. Señale el lugar con sus dedos. Coloque la otra mano a continuación de de los dedos.Ponga una sobre la otra. Apoye sólo el talón de la mano.Inicie las compresiones empujando el esternón hacia abajo de 4 a 5 centímetros.
No flexione los brazos. Manténgalos perpendicularmente sobre el esternón Alterne 15 compresiones con dos respiraciones a un ritmo de 80 a 100 por minuto.
NO INTERRUMPA LA RCP

Mantengase haciendo el ciclo de 15 compresiones y 2 respiraciones hasta que llegue la ayuda.

Síndrome de la muerte de cuna.

Fallecimiento de un niño lactante, aparentemente sano, en forma inesperada, mientras duerme. La mayoría de los casos suceden debido a que los niños se asfixian o ahogan por la posición en la que se encuentran o por el contacto con objetos que se encuentran a su alrededor.
El SMSL tiene más probabilidades de ocurrir entre los 2 y 4 meses de edad y afecta más a los niños que a las niñas. La mayoría de las muertes por SMSL se presentan durante el invierno.
El abrigo excesivo y la temperatura elevada del área donde duerme aumentan el riesgo de muerte súbita.

Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de SMSL:
  • Dormir boca abajo.
  • Estar en un ambiente con humo de cigarrillo mientras están en el útero o después de nacer.
  • Dormir en la misma cama con sus padres (dormir acompañado).
  • Tendidos de cama blandos en las cunas.
  • Partos múltiples (ser mellizo, trillizo, etcétera).
  • Partos prematuros.
  • Tener un hermano o hermana que padeció SMSL.
  • Madres que fuman o consumen sustancias psicoactivas.
  • Nacer de madre adolescente.
  • Intervalos de tiempo cortos entre embarazos.
  • Cuidado prenatal tardío o ausencia de este.
  • Vivir en condiciones de pobreza.

Como disminuir el riesgo.
Para disminuir el riesgo de muerte súbita, se recomienda que la posición en el sueño sea decúbito supino (boca arriba) con la cabeza del lado. La posición decúbito supino deberá evitarse en caso de que el lactante presente trastornos gástricos así como afecciones en las vías respiratorias, también cuando exista indicación médica específica por enfermedad / discapacidad.

Se sugiere evitar el uso de superficies blandas, como edredones y almohadas, colchones viejos y cobertores aborregados. Prestación de Servicios para la atención, cuidado y desarrollo integral.




Medidas de seguridad durante el sueño y descanso.

  • En el caso de niñas/niños lactantes la posición decúbito supino (boca arriba). Con la cabeza descubierta y brazos por fuera de la sábana/frazada, considerando el clima.
  • En el caso de los niños/niñas maternales la posición será de acuerdo con las indicaciones del Centro de Atención infantil.
  • Siguiendo las indicaciones médicas para niños con discapacidad/enfermedad.
  • Cuidar que las prendas y calzado le permitan el descanso de acuerdo a las indicaciones de seguridad de la Estancia Infantil.
  • Vigile que tenga la cara descubierta.
  • Cerciórese  que la respiración del  niño sea normal, que sus fosas nasales estén limpias.
  • Evite que haya corrientes de aire.
  • Acondicione el área con iluminación, ventilación y música que permita el sueño o descanso.
  • Cuida que su ropa le permita el sueño o descanso.
  • Haga de esta actividad un momento placentero, arrúllelo, cántele, etc.
  • Respete sus necesidades de sueño/descanso.
  • Permita a los niños de 13 meses en adelante que duerman en libre postura.


Procedimiento de la Técnica de sueño y descanso en niños de 0 a 4 años.

  • Acondicione la cuna o colchoneta en donde duerme, libre de juguetes, almohadas, etc. para evitar asfixia.
  • Acueste al lactante de 0 a 12 meses en decúbito supino (boca arriba) con la cabeza descubierta, los brazos de fuera de las cobija/ frazada/ sabanas considerando el clima.
  • Acomode a los niños de un año en adelante en colchonetas en el piso, quedando pies con pies o cabeza con cabeza, separado uno de otro y permita que el niño elija la postura.
  • Si acaba de ingerir alimentos espere 1 hora para ponerlo en la cuna.
  • Acondicionar el área con iluminación, ventilación y música adecuadas.
  • Permita que el sueño de los niños se efectúe libremente.
  • Durante el descanso respete la postura que adopta naturalmente cada niño.
  • Dejar 30 cm. de espacio entre cada fila de colchonetas.


Frecuencia respiratoria en el niño de 0 a 1 año.

Al igual que la frecuencia cardíaca, la frecuencia de respiración son las veces que hacemos un proceso completo de respiración por minuto, el proceso es la inspirtacion y la espiración. 
Las frecuencias normales de respiración están entre otras causas en función de la edad en situaciones normales se pueden tomar los siguientes valores como normales de respiración.

Frecuencia en los bebés.
  • Bebés de cero a seis meses: de 30 a 50
  • Bebés de seis meses a un año: de 20 a 40

Necesidades de Sueño y Descanso de 0 a 4 años.

A medida que el niño crece y madura, también evoluciona la razón actividad/ descanso. Los períodos de vigilia van siendo más largos y el ritmos nocturno de ocho horas seguidas de sueño se va implantando poco a poco.

Ritmo de sueño en los niños.
  • Prenatal. A partir de las 12 semanas de gestación ya se han podido distinguir dos formas de sueño, A partir de las 32 semanas ya se distinguen periodos de vigilia.
  • El recién nacido necesita unas 20 horas de sueño al día, y duerme por sesiones o ciclos de cuatro horas, regulados por los periodos de alimentación e higiene. Así, a lo largo del día realizan muchos ciclos sueño-vigilia, que poco a poco se van reduciendo a medida que el niño crece, aumentando gradualmente los periodos de vigilia. En general:
  • A partir de los 4 meses, duerme en dos tandas la noche, hace una toma a las 2 ó 3 de la madrugada y duerme hasta las 7-8 de la mañana, hecho importante ya que el sueño del niño se va adaptando al del adulto. Y 3 siestas en el día. 
  • A los 9 meses duerme en tres tandas. Unas 8-10 horas por la noche y dos grandes siestas, una por la mañana y otra por la tarde. 
  • A partir de los 18 meses el niño duerme en dos periodos, la noche (aprox.12 horas) y una siesta de entre 1 hora y media y dos horas. 
  • De dos a seis años se amplían aún más los periodos de vigilia; disminuye su necesidad de dormir porque están más interesados en lo que pasa a su alrededor. Incluso gran parte de los niños manifiestan su rechazo a la siesta a partir de los tres años.  


Trastornos Alimenticios en la Adolescencia.

Anorexia.
La anorexia es considerada una epidemia, que afecta a ambos sexos, aunque la padecen mayoritariamente las adolescentes. Del total de casos, aproximadamente en un tercio de los mismos, se vuelve crónico.
Estas adolescentes poseen características comunes, tales como: perfeccionismo, muy buen rendimiento escolar, no son conflictivas, etc.
Causas.
  • Cultura por la delgadez. La publicidad, la moda, los medios de comunicación en general, hacen de la delgadez, un sinónimo de éxito, poder, aprobación, fama, dinero, etc. Si eres delgado perteneces al mundo de los “deseados y lindos”. Si tienes unos kilos de más perteneces al mundo de los “perdedores y feos”. Nada más lejos de la realidad, por supuesto.
  • Hábitos alimentarios incorrectos. Con la industrialización de los alimentos, cada día surgen nuevas preparaciones sabrosas, ricas en grasas saturadas, con un gran aporte de calorías, etc, que reemplazan a los alimentos naturales, tales como las frutas, verduras y cereales. Esto conlleva a cambiar alimentos alimentarios saludables por otros que no lo son.
  • Comer a cualquier hora. Además, se ha perdido el hábito de respetar los horarios de comida. Ahora se come cuando hay tiempo, no cuando hay que comer. Toda esta situación lleva a muchos adolescentes a subir de peso, los cuales encuentran como única salida para adelgazar “no comer”.
  • Problemas en las relaciones familiares. Las relaciones interfamiliares cada día son más complicadas y si se ven afectadas, pueden llevar a un adolescente a padecer de anorexia. Por ello es muy importante la contención familiar en esta etapa de la vida.

Bulimia.
La presión social, los problemas de autoestima y otros factores pueden desencadenar la bulimia en adolescentes, la edad más común en que suele presentarse este trastorno alimenticio. La bulimia es un desorden alimenticio caracterizado por consumir grandes cantidades de comida en períodos cortos de tiempo para luego eliminarla por medio de vómito o de laxantes. Asimismo, se suele recurrir a períodos de ayuno prolongados, ejercicio físico intenso o saunas para perder líquido corporal. El temor a engordar es la causa de este comportamiento, acompañado por síntomas depresivos, sentimientos de culpa y pérdida de control. Nueve de cada diez personas que padecen bulimia son mujeres.

Causas.


Una baja autoestima puede conducir a una excesiva preocupación por el aspecto físico, lo que lleva a realizar dietas restrictivas, que no siempre producen los resultados deseados, alternadas con episodios de consumo incontrolado de comida, que provocan un desequilibrio metabólico. El paciente tiene sentimientos de culpabilidad a consecuencia del atracón, y su preocupación por engordar genera otras conductas como el vómito auto-inducido y el abuso de laxantes.

Vigorexia.
La vigorexia es un trastorno mental en el que la persona se obsesiona por su estado físico hasta niveles patológicos. Estas personas tienen una visión distorsionada de ellos mismos y se ven débiles y enclenques. Por este motivo, el trastorno incide directamente sobre su conducta alimentaria y sus hábitos de vida, y se caracteriza por realizar una actividad física extrema, abandonando las relaciones sociales y descuidando otros aspectos de su vida, para dedicar todo su tiempo a entrenar.

Causas.
Puede estar ocasionada por problemas fisiológicos o emocionales, casi siempre relacionados con el entorno del afectado.
Los problemas fisiológicos están asociados a trastornos en las hormonas y los mediadores de la trasmisión nerviosa del Sistema Nervioso Central.
En el caso de que este trastorno aparezca vinculado a la relación del paciente con su entorno, se encuentran implicados factores sociales, culturales y educativos, que influyen para que el individuo desarrolle un tipo de personalidad obsesiva.

Malos Hábitos Alimenticios en Adolescentes.

La conducta alimentaria se adquiere de forma paulatina desde la infancia hasta la adolescencia, siendo el entorno familiar y escolar de una gran importancia a la hora de educar al niño en la alimentación, porque se les debe explicar la necesidad de consumir todo tipo de alimentos.
Hoy en día, debido a los factores culturales, el ambiente en el que vivimos, la influencia de los grupos de amigos y los mensajes procedentes de los medios de comunicación y el entorno social general, es habitual que los adolescentes cometan errores en su conducta alimenticia, como por ejemplo:
  • Excluir comidas, sobre todo el desayuno, que tiene una gran importancia porque proporciona la energía y los nutrientes necesarios después del ayuno nocturno, contribuyendo a un mayor rendimiento y concentración en el colegio.
  • Picotear de manera exagerada entre horas.
  • Tener despreocupación por unos hábitos saludables, consumiendo alcohol, tabaco u otras drogas.
  • No practicar ningún deporte.
  • Elevada ingesta de comidas rápidas como pizzas, hamburguesas, etcétera. También refrescos, golosinas, bollería industrial con alta cantidad de calorías y pocos nutrientes.
  • Bajo consumo de calcio, como leche, quesos, yogures...
  • Mayor inclinación a realizar dietas bajas en calorías, siendo en muchos casos dietas vegetarianas o muy restrictivas, que pueden llegar a provocar carencias de distintos nutrientes.



Recomendaciones nutricionales en la adolescencia.
Estas recomendaciones deben ir orientadas fundamentalmente a conseguir tener una dieta ordenada y equilibrada, en consonancia con las necesidades nutricionales, generando así los hábitos adecuados.
La dosificación de calorías a lo largo del día debe realizarse dependiendo de las actividades desarrolladas, evitando así prescindir de comidas o, por el contrario, realizando algunas excesivamente cuantiosas.

  • Es básico reforzar el desayuno, evitando comer entre horas.
  • Hay que variar el consumo de alimentos, cogiendo de todos los grupos.
  • Moderar el consumo de carnes, fomentando el consumo de cereales y legumbres frente a la carne.
  • Se debería aumentar la ingesta de pescados en relación a la carne.
  • Conviene potenciar el consumo del aceite de oliva frente a otros aceites vegetales como mantequillas y margarinas.
  • Los bollos industriales deben consumirse lo menos posible, ya que contienen una elevada cantidad de grasas saturadas.
  • Hay que fomentar el consumo de cereales como pan, pasta, arroz, etcétera. Así como de frutas frescas y enteras, verduras, hortalizas y legumbres.
  • No ingerir una elevada cantidad de zumos no naturales.
  • Aumentar el consumo de agua en comparación con otro tipo de refrescos, que mayoritariamente contienen azúcares y aditivos.

Activación Física Infantil.

Para los niños y jóvenes de este grupo de edades, la actividad física consiste en juegos, deportes, desplazamientos, actividades recreativas, educación física o ejercicios programados, en el contexto de la familia, la escuela o las actividades comunitarias.

Efectos beneficiosos de la actividad física en los jóvenes.
La realización de una actividad física adecuada ayuda a los jóvenes a:
  • Desarrollar un aparato locomotor (huesos, músculos y articulaciones) sano;
  • Desarrollar un sistema cardiovascular (corazón y pulmones) sano;
  • Aprender a controlar el sistema neuromuscular (coordinación y control de los movimientos); 
  • Mantener un peso corporal saludable.
La actividad física se ha asociado también a efectos psicológicos beneficiosos en los jóvenes, gracias a un mejor control de la ansiedad y la depresión.
Asimismo, la actividad física puede contribuir al desarrollo social de los jóvenes, dándoles la oportunidad de expresarse y fomentando la auto-confianza, la interacción social y la integración. También se ha sugerido que los jóvenes activos pueden adoptar con más facilidad otros comportamientos saludables, como evitar el consumo de tabaco, alcohol y drogas, y tienen mejor rendimiento escolar.

Necesidades Nutricionales de niños de 6 a 14 años de edad.

El periodo de la vida comprendido entre los 11 y 14 años se llama adolescencia temprana.
Es una etapa de intensos cambios físicos y psicosociales. Hay un importante aumento de la talla (estirón) y del peso. Y se adquieren las características sexuales.
El brote de crecimiento requiere una adecuada nutrición y por tanto, del aporte de cantidades de energía y todos los nutrientes esenciales.

¿Qué cambios se van a realizar en su alimentación a esta edad?
Los requerimientos nutricionales hasta esta edad son iguales para niños y niñas, pero a partir de los 11 años deben variar según sexo. El aporte calórico en las niñas será aproximadamente de 2.200 Kcal. /día y en los niños 2.750 Kcal. /día.

¿Cómo se deben distribuir estas calorías?
Las proteínas deben aportar entre un 10-15%. Deben ser sobre todo de alto valor biológico (origen animal).
La grasa total debe ser un 30%, siendo un máximo de 10% de grasa saturada.
Los hidratos de carbono un 55-60% en forma de cereales, fruta, vegetales. Estos además son un buen aporte de fibra. Se debe limitar el consumo de sacarosa y zumos envasados.

¿Cómo debo distribuir los alimentos a lo largo del día?
Se deben hacer 4-5 comidas a lo largo del día distribuidas de la siguiente manera:

Desayuno: Una de las comidas mas importantes del día. Debe cubrir al menos el 25% de las necesidades nutritivas.

Almuerzo: Refuerza el desayuno

Comida: 35-40% de las necesidades diarias

Merienda: Complementa la dieta. No debe ser excesiva.

Cena: Se elegirá en función de lo alimentos consumidos a lo largo del día. No debe ser excesiva.

La Jarra del Buen Beber.

Es una representación gráfica de los líquidos que debemos consumir, así como la cantidad diaria sugerida para un adulto.
La recomendación se basa en los beneficios que cada debida proporciona.

Nivel 1.

Agua potable natural. Es la bebida más adecuada para cubrir las necesidades diarias de líquidos. (8 vasos de agua natural al día).

Nivel 2.

Leche semidescremada, descremada y bebidas de soya sin azúcar adicionada. Aportan calcio, vitamina D y proteína de alta calidad. Se deben preferir sobre la leche entera y bebidas con azúcar agregada. (2 vasos al día).

Nivel 3.

Café y Té sin azúcar. El Té provee micro-nutrientes como fluoruro, aminoácidos y vitaminas.(se pueden tomar 4 tazas al día).

Nivel 4.

Bebidas no calóricas con edulcorantes artificiales. Son refrescos de dieta, agua con vitaminas, bebidas energizantes y otras con base en café o té. (0 a 2 vasos al día).

Nivel 5.

Bebidas con alto valor calórico, y beneficios en salud limitados. Se trata de jugos de fruta, leche entera y bebidas alcohólicas o deportivas. (0 a medio vaso al día).

Nivel 6.

Bebidas con azúcar y bajo contenido de nutrimentos. Incluye refrescos y bebidas con azúcar adicionada. Así como jugos, aguas de sabor y café. (se recomienda no ingerirlas).


El Plato del Buen Comer.

La Norma Oficial Mexicana NOM-043. Servicios Básicos de Salud. Promoción y Educación para la Salud en materia alimentaria. Criterios para brindar orientación ofrece opciones prácticas para integrar una dieta correcta, adecuada a su cultura, costumbres, necesidades y posibilidades. 
La NOM-043 clasifica a los alimentos en tres grupos: verduras y frutas; cereales y tubérculos; leguminosas y alimentos de origen animal.

Con la finalidad de facilitar la selección y consumo de alimentos se creó el concepto del Plato del Bien Comer que es la representación gráfica de los tres grupos de alimentos.


Verduras y frutas. Son fuente de vitaminas, minerales y fibra que ayudan al buen funcionamiento del cuerpo humano, permitiendo un adecuado crecimiento, desarrollo y estado de salud.

Cereales y tubérculos. Son fuente principal de la energía que el organismo utiliza para realizar sus actividades diarias, como: correr, trabajar, jugar, estudiar, bailar, etc., también son fuente importante de fibra cuando se consumen enteros.

Leguminosas y alimentos de origen animal. Proporcionan principalmente proteínas que son necesarias para el crecimiento y desarrollo de los niños, para la formación y reparación de tejidos.

El Plato del Bien Comer facilita:
  • La identificación de los tres grupos de alimentos.
  • La combinación y variación de la alimentación.
  • La selección de menús diarios con los tres grupos de alimentos.
  • El aporte de energía y nutrimentos a través de la dieta correcta.
La alimentación correcta debe ser:

Completa. Que incluyas por lo menos un alimento de cada grupo en cada desayuno, comida y cena.
Equilibrada. Que los nutrimentos guarden las proporciones, entre sí al integrar en el desayuno, comida y cena alimentos de los tres grupos.
Suficiente. Para cubrir las necesidades nutricionales de cada persona de acuerdo a edad, sexo, estatura, actividad física o estado fisiológico.
Variada. Que incluya diferentes alimentos de los tres grupos en cada tiempo de comida.
Higiénica. Que se preparen, sirvan y consuman con limpieza.
Adecuada. A los gustos, costumbres y disponibilidad de los mismos.

Recomendaciones para integrar una alimentación correcta.
  • Incluye al menos un alimento de cada grupo en cada una de las tres comidas diarias.
  • Come la mayor variedad posible de alimentos.
  • Prefiere a los aceites para cocinar.
  • Combina cereales con leguminosas.
  • Lava y desinfecta las verduras y frutas antes de consumirlas o cocinarlas.
  • Come cinco veces al día, tres comidas principales y dos refrigerios, uno a medio día y otro a media tarde.
  • Mantén en lo posible los horarios de comidas.
  • Hidrátate, toma por lo menos ocho vasos de líquido al día, de preferencia agua potable.
  • Realiza por lo menos treinta minutos de actividad física durante el día, por ejemplo: caminar, bailar, pasear al perro, subir y bajar escaleras, barrer, etc. Modera el consumo de grasas, azúcar y sal.