sábado, 3 de diciembre de 2016

Deshidratación.

Se define como el estado clínico consecutivo a la pérdida de líquidos y solutos en el cuerpo humano.
La deshidratación puede ocurrir en situaciones de vómitos, diarrea, exceso de pérdidas de líquido por la orina, sudoración profusa o fiebre, por estomatitis o faringitis. También se puede producir deshidratación debido a una enfermedad aguda con pérdida de apetito. En los lactantes es visible por las fontanelas, que se hunden, y la falta de elasticidad en la piel al pellizcar un pliegue del abdomen.

Síntomas:
  • Ojos hundidos.
  • Disminución de la frecuencia de micción (pañales secos).
  • Puntos hundidos en la zona de la fontanela de la cabeza.
  • Ausencia de lágrima al llorar.
  • Boca seca y/o pegajosa.
  • Disminución de la actividad física.
  • Mayor irritabilidad.

Tratamiento de niños y bebés deshidratados:
  • Para combatir la deshidratación es preciso reponer los líquidos con la ingesta oral de líquidos y sales minerales, a través de sueros.
  • No se recomienda utilizar bebidas para deportistas debido a que éstas contienen mucho azúcar y pueden causar o empeorar la diarrea. Igualmente, se debe evitar el uso del agua como primer recurso de reemplazo de líquidos en bebés y niños.
  • Tomar líquidos generalmente es suficiente cuando nos enfrentamos a una deshidratación leve. Es mejor suministrar con frecuencia pequeñas cantidades de líquido, utilizando una cuchara o una jeringa, en vez de forzar al bebé o al niño a beber una cantidad grande de líquido de una sola vez, ya que esto puede producir más vómito. Si el estado es grave, la reposición de líquidos será de forma intravenosa.


Fiebre.

La fiebre es el aumento temporal en la temperatura del cuerpo en respuesta a alguna enfermedad o padecimiento.
Un niño tiene fiebre cuando su temperatura está en o por encima de estos niveles:
  • 38° C medida en las nalgas (rectal).
  • 37.5° C medida en la boca (oral).
  • 37.2° C medida bajo el brazo (axilar).

Es obligatorio bajar la fiebre cuando supere los 40 ºC en los niños y los 39 o 39,5 ºC  en los lactantes. Cuando la temperatura supera los 41 ºC o los 40 ºC en menores de 3 meses, es urgente reducir la temperatura. Y además, en general, se deben usar medicamentos antitérmicos cuando el niño presente además de fiebre, cefalea acusada (dolor de cabeza), dolor en las articulaciones o molestias fuertes.


Como bajar la fiebre:
Para bajar la fiebre alta resulta efectivo poner compresas de agua a temperatura ambiente, nunca heladas, sobre la frente o el cuerpo del niño, bañar al niño en agua templada y desabrigarlo.

Al intentar bajar la fiebre:
  • No envuelva a alguien que tenga escalofríos.
  • Quite el exceso de ropa o de frazadas. El cuarto debe estar cómodo, no demasiado caluroso ni frío. Pruebe con una capa de ropa ligera y una manta liviana para dormir. Si el cuarto está caliente o mal ventilado, un ventilador puede ayudar.
  • Un baño tibio o un baño de esponja pueden ayudar a refrescar a alguien que tiene fiebre. Esto es especialmente eficaz después de suministrar medicamento; de lo contrario, la temperatura podría volver a subir en seguida.
  • No use baños fríos, hielo ni fricciones con alcohol. Estos enfrían la piel, pero con frecuencia empeoran la situación causando estremecimiento o escalofríos, lo cual eleva la temperatura central del cuerpo.


Raspones.

Es muy sencillo rasparse al caer de rodillas, con las manos o codos sobre una superficie áspera. Por lo general estos raspones ocurren en las capas superiores de piel, por lo que no son tan dolorosos.
Los raspones pueden ser dolorosos cuando se lastiman las numerosas y muy finas terminales nerviosas justo por debajo de la piel.


¿Qué debemos hacer?

  • Evita el contacto con la sangre tanto para evitar la infección de la lesión como para tu protección. Para ello, lávate las manos y ponte guantes desechables.
  • Detén la hemorragia presionando directamente sobre la herida, si no se ha parado espontáneamente.
  • Limpia la herida con agua corriente y fresca a chorro. Deja que el agua corra encima de la herida para que arrastre los cuerpos extraños (tierra o restos de tejidos) hasta que no quede suciedad.
  • Seca la piel de alrededor sin tocar la herida. Si un cuerpo extraño está clavado en la herida, intenta sujetarlo para evitar su movimiento.
  • Cubre la herida con un apósito estéril o un pañuelo limpio y seco.
  • Acude al médico para que valore el estado de la herida y valore si el niño o el bebé está vacunado contra el tétanos.
  • Vuelve a lavarte las manos después de haber prestado el primer auxilio.


Lo que no debemos hacer en caso de heridas:

  • Frotar la herida para quitar la suciedad.
  • Retrasar la asistencia médica. El plazo para que se puedan aplicar puntos de sutura en una herida es de un máximo de 4 a 6 horas desde que se produce.
  • Poner vendajes apretados para evitar que sangre.
  • Cauterizar (quemar) la herida.
  • Poner antisépticos, pomadas, ungüentos o antibióticos sobre la herida.
  • Intentar extraer un cuerpo extraño clavado sobre la herida.
  • Usar algodón y alcohol, en cualquiera de sus formas.

Mordidas.

Las mordeduras de animales plantean un importante problema de salud pública para los niños y adultos en todo el mundo. Sus consecuencias para la salud humana dependerán de la especie animal de que se trate y su estado de salud, el tamaño y el estado de salud de la víctima de la mordedura, y la capacidad de acceder a la atención sanitaria adecuada.
Los seres humanos pueden sufrir mordeduras de un gran número de especies animales; sin embargo, las más importantes son las causadas por serpientes y perros.

Mordeduras de serpiente.

Tratamiento.
Hay unas 600 especies de serpientes venenosas, y aproximadamente entre el 50% y el 70% de sus mordeduras causan intoxicación. Cuando una persona sufre una mordedura, la piedra angular de la asistencia consiste en inmovilizar completamente el miembro afectado y acudir rápidamente a un centro médico. La colocación de un torniquete o la incisión de la herida pueden agravar los efectos del veneno y no deben formar parte de los primeros auxilios. Con frecuencia, las víctimas de mordeduras de serpiente deberán ser tratadas con un suero antiofídico. Es importante que ese suero sea el adecuado para las serpientes endémicas en la región. Otras medidas complementarias son la limpieza de la herida para reducir el riesgo de infección, el uso de tratamientos de apoyo como la respiración asistida, y la administración de la vacuna contra el tétanos antes del alta del paciente en caso de que no esté vacunado adecuadamente.

Prevención de las mordeduras de serpiente y de sus graves consecuencias para la salud.
Para prevenir las mordeduras de serpiente debe informarse a las comunidades sobre el riesgo que estas representan y las medidas de prevención que deben adoptarse, como por ejemplo:
  • Evitar las zonas de hierbas altas.
  • Usar zapatos o botas para protegerse.
  • Mantener las zonas de almacenamiento libres de roedores.
  • Eliminar los residuos, las pilas de leña o los arbustos bajos de los alrededores de la vivienda.
  • Guardar los alimentos en recipientes a prueba de roedores, separar las camas del suelo y remeter firmemente los mosquiteros bajo el colchón.

Mordeduras de Perro.

Tratamiento.
El tratamiento depende de la localización de la mordedura, del estado general de salud de la víctima y de si el perro está vacunado contra la rabia. Los principios básicos de la atención son los siguientes:
  • Buscar supervisión médica inmediata.
  • Lavar y limpiar la herida.
  • Practicar una sutura primaria de la herida si el riesgo de infección es bajo.
  • Administrar antibióticos profilácticos en el caso de heridas de alto riesgo o de personas inmunodeprimidas.
  • Aplicar un tratamiento antirrábico posexposición en función de si el perro está vacunado contra la rabia.
  • Administrar la vacuna contra el tétanos si la persona no está debidamente vacunada.

Prevención de las mordeduras de perro y de sus graves consecuencias para la salud.
Las comunidades, y especialmente los niños, deben conocer los riesgos de las mordeduras de perro y la forma de prevenirlas: por ejemplo, no acercarse a los perros callejeros y nunca dejar a un niño sin supervisión cerca de un perro.

Los dispensadores de atención de salud deben estar capacitados para tratar adecuadamente las mordeduras de perro. Las autoridades de salud y los responsables políticos deben garantizar la lucha contra la rabia en la población canina, así como el suministro adecuado de vacunas antirrábicas para hacer frente a los posibles casos de exposición a la rabia en la población, y crear sistemas de recopilación de datos para seguir documentando la carga del problema.

Golpes de Cabeza.

Los golpes en la cabeza son frecuentes en niños que empiezan a dar sus primeros pasos. También suelen ser consecuencia de caídas desde sitios elevados como cambiadores, sillas o mesas, o en niños más grande, accidentes en patines o en bicicleta por no utilizar el casco adecuadamente.
En todas las etapas de desarrollo los niños son susceptibles a sufrirlos, y aunque la mayoría de las veces no revisten gravedad, pueden llegar a ocasionar lesiones graves, por tanto es muy importante saber qué hacer si el niño se da un golpe en la cabeza.
Traumatismo craneoencefálico
Un traumatismo craneoencefálico se define como cualquier alteración física o funcional producida por fuerza traumática externa que ocasione un daño físico sobre el encéfalo (por ejemplo el cerebro) o alguna de sus cubiertas (huesos del cráneo, etc.).
La mayoría de los traumatismos sólo producen lesiones en la superficie de la cabeza como hematomas, heridas y dolor en la zona del golpe.

Síntomas de alerta tras un golpe fuerte en la cabeza.

  • Somnolencia excesiva, dificultad para despertarlo.
  • Pérdida de conciencia.
  • Vómitos.
  • Convulsiones.
  • Confusión o desorientación.
  • Visión borrosa u otro tipo de alteración visual
  • Alteración del habla.
  • Llanto permanente, irritabilidad.
  • Problemas para caminar o problemas de coordinación.
  • Dolor de cabeza intenso.
  • Sangrado por nariz u oídos.
  • Debilidad o adormecimiento de algún brazo o pierna.

Qué hacer ante un golpe en la cabeza.
Es muy importante vigilar al niño después de haber sufrido un golpe fuerte en la cabeza. Debe estar acompañado en todo momento por un adulto y evaluar la aparición de cualquiera de los síntomas de alerta que hemos comentado antes.
Por su parte, hay que mantenerlo en un ambiente tranquilo y silencioso, con la cabeza un poco elevada, aplicarle frío local (hielo envuelto en un trapo) y ofrecerle líquidos fríos en pequeñas tomas para no favorecer los vómitos.
Si se sospechan lesiones importantes no se debe mover al niño, especialmente el cuello, porque podría haberse producido una lesión en la columna cervical.
En el caso de haberse producido un corte se debe lavar la herida con agua, comprobar que no hay objetos incrustados y presionar la herida con una gasa para cortar la hemorragia. Si la herida es profunda, es posible que requiera sutura por lo que debéis acudir a urgencias.
En caso de hematoma o chichón, al aplicar hielo de forma localizada debería reducirse. Si por el contrario, el hematoma aumenta de tamaño, también debéis acudir al hospital a una valoración médica.
Asimismo, ante la aparición de cualquiera de los síntomas que hemos mencionado o un empeoramiento del estado general del niño debéis acudir a urgencias, tanto si se producen inmediatamente como dentro de las 48 horas después de haberse producido el golpe.

Ver mas.


miércoles, 23 de noviembre de 2016

Hemorragias.

Son lesiones que producen perdidas de sangre coagulada por una agresión.

Tratamiento de urgencia
  •        Contener la hemorragia
  •        Hacer asepsia
  •        Cubrir y vendar
  •        Proporcionar asistencia medica


Clasificación de hemorragias
  •        Arterial
  •        Venosa
  •       Capilar
  •        Mixta


5 métodos para controlar una hemorragia
  •         Presión directa
  •        Elevación de extremidad
  •         Presión indirecta
  •     Torniquete 

Fracturas.

Es la ruptura total o parcial de un hueso por diversas causas; lo más común es que se deba a un accidente, una caída fuerte o una lesión deportiva. La fractura provoca un dolor intenso y dependiendo de la gravedad puede necesitar cirugía para recomponer el hueso.

Tipos.
Existen distintas formas de clasificar las roturas de los huesos. Dependiendo del tipo de daño, se clasifican de la siguiente manera:

  • Fractura completa: El hueso se rompe en dos partes.
  • Fractura en tallo verde: El hueso se rompe pero no se separa en dos partes. Es típica de los niños.
  • Fractura simple: El hueso se quiebra por una parte.
  • Fractura conminuta: El hueso se quiebra en más de una parte o se astilla.
  • Fractura abierta: El hueso sobresale a través de la piel.
  • Fractura cerrada: Hay rotura pero no sobresale el hueso por la piel.


Heridas en la piel.

La palabra herida designa a toda lesión que provoca una pérdida de continuidad en la piel, los músculos, los vasos sanguíneos, nervios, etc. Su gravedad dependerá de la profundidad, la zona donde se haya producido, su prolongación y el grado de infección que presente.
Las heridas, entonces, se clasifican en:
HERIDAS PUNZANTES: este tipo de heridas son originadas por elementos puntiagudos como agujas, anzuelos, etc. Existe la posibilidad de que el corte ocasiones hemorragias internas o dañe las cavidades subyacentes. Por otro lado, se corre el riesgo de infección.
HERIDAS CORTANTES: son producidas por objetos filosos tales como vidrios o cuchillos. A pesar de ocasionar una hemorragia escasa, puede llegar a poner en riesgo musculaciones, nervios y tendones.
ABRASIONES: la palabra abrasión se refiere básicamente a raspaduras, provocadas por la fricción de la piel con una determinada superficie. Aunque se considera una herida superficial, se debe tener en consideración la posibilidad de infección. De todos modos, suelen curarse de forma acelerada.
LACERACIONES: se refiere a una abertura en la piel y/o un desgarro en los tejidos. Son efectuadas por elementos de bordes serrados. Superficialmente son irregulares. De acuerdo al tamaño las laceraciones pueden ser menores o requerir alguna intervención médica.
MAGULLADURAS: son lesiones cerradas causadas por un golpe. No presentan heridas exteriores, sino que se distinguen como una mancha en tono morado.
CONTUSIONES: se ocasiona debido a la resistencia ejercida por los huesos frente a un golpe. La herida presenta bordes irregulares, y tiende a la formación de una cicatriz en la piel. Además, las contusiones suelen producir una hemorragia en los tejidos internos.
QUEMADURAS DE PRIMER GRADO: son superficiales, es decir que se limitan a lesionar la epidermis. En la zona de la herida se puede observar una pequeña hinchazón, y enrojecimiento. Además el individuo quemado experimenta dolor al tacto.
QUEMADURAS DE SEGUNDO GRADO: Éstas no sólo afectan a la epidermis, sino que la segunda capa de la piel (dermis) también es dañada. Los signos observados en la zona quemada suelen ser: hinchazón, pérdida de la piel y formación de ampollas de agua.

QUEMADURAS DE TERCER GRADO: aquí, además de afectar la epidermis y la dermis, se comprometen los tejidos internos, los músculos y tendones. La región herida no presenta sensibilidad a causa de la destrucción de los nervios. Asimismo, la probabilidad de regeneración es mínima. Las quemaduras de tercer grado suelen ser ocasionadas por el contacto con fuego, superficies y líquidos calientes.

Maniobras de Heimlich en bebés, niños y adultos.

Bebés.
Se considera bebé, por lo menos para fines de primeros auxilios, a los infantes que se les puede cargar con una sola mano, y manipular con relativa facilidad. Para la atención a éstos, es necesario estar sentados, para tener mayor seguridad en el trato. Se toma al pequeño, sosteniéndolo del pecho, bocabajo hacia nuestro frente con una sola mano sobre el largo del antebrazo. Con la mano que queda libre, específicamente con el talón de la palma (que es la parte contigua a la muñeca), se le dan cinco golpes fuertes (en proporción al desarrollos del niño) y rápidos en la espalda. Hecho esto, se voltea y con el dedo en forma de gancho se extrae el objeto extraño. Lo mejor es hacerlo en un solo intento, así se evita poner más en riesgo la vida de la criatura.

Niña y niños.
En el caso de menores, es decir: aquellos que no pueden ser sostenidos con una sola mano y que pueden permanecer de pie; el procedimiento es muy similar al que se usa con personas adultas, pero quien lo aplica debe estar sentado para poder adecuarse a la estatura del infante. Se le rodea con los brazos y se localiza el apéndice xifoides (que es el punto en donde convergen las costillas, también conocido como plexo solar; para mayor referencia es justo arriba de lo que llamamos "la boca del estómago") desde ese punto se marcan dos dedos hacia abajo; con una mano en puño y con la otra envolviéndola, se levantan un poco los brazos y se hace un movimiento violento en forma de J, con el cuidado necesario para no lesionar más al menor de los que le estamos ayudando. De ser necesario se repite el procedimiento.
Es muy importante que una vez realizada la maniobra de Heimlich se haga uso de los servicio de emergencia, ya que las consecuencias de esta pueden ser considerables. NO se debe dejar sin atención.

En adultos.
Si la persona se lleva las manos al cuello y no emite ningún sonido, usted debe colocarse en la parte posterior de la persona colocando una de sus piernas entre las del paciente para evitar que se pueda caer y lastimar en caso de que caiga inconsciente. Se rodea a la persona por debajo de las axilas con nuestros brazos, se busca el ombligo y la punta del esternón, o apéndice xifoides (que es el lugar justo donde se juntan las costillas, también llamado plexo solar o boca del estomago) y en medio de esos dos puntos que en personas delgadas queda aproximadamente a 2 dedos arriba del ombligo, se coloca nuestra mano en forma de puño y la otra envolviendo a la primera, en necesario levantar un poco los brazos en esa posición, simulando unas alas para que la fuerza de las compresiones recaiga en el lugar adecuado y no en las costillas. Se realiza un movimiento con fuerza en forma de J, es decir: de adelante hacia atrás y hacia arriba. Esto se realiza las veces que sea necesario para que la persona expulse el objeto extraño.
Este movimiento está imitando el movimiento que tiene el cuerpo cuando tosemos empujando los pulmones para que el aire que tienen dentro empuje el objeto extraño.

Cuando estamos solos, podemos recurrir a impactarnos con el respalde de una silla o algún mueble que quede a la altura indicada.

RCP (Resucitación Cardiopulmonar) en bebés, niños y adultos.

Bebés
1.    Verificar si hay respuesta de parte del bebé. Sacudirlo o palmearlo suavemente. Observar si se mueve o hace algún ruido. Preguntarle en voz alta “¿Te sientes bien?”
2.    Si no hay respuesta, pedir ayuda. Enviar a alguien a llamar al 112. No se debe dejar al niño solo para ir personalmente a llamar al 112 hasta que se le haya practicado RCP aproximadamente por dos minutos.
3.    Colocar al bebé cuidadosamente boca arriba. Si existe la posibilidad de que el bebé tenga una lesión en la columna, dos personas deben moverlo para evitar torcerle la cabeza y el cuello.
4.    Abrir la vía respiratoria. Levantar la barbilla con una mano. Al mismo tiempo, inclinar la cabeza hacia atrás empujando la frente hacia abajo con la otra mano.
5.    Observar, escuchar y sentir si hay respiración. Poner el oído cerca de la nariz y boca del bebé. Observar si hay movimiento del pecho y sentir con la mejilla si hay respiración.
6.    Si el bebé no está respirando:
  • Cubrir firmemente con la boca la boca del bebé
  • Otra forma es cubrir sólo la nariz y mantener la boca cerrada
  • Mantener la barbilla levantada y la cabeza inclinada
  • Dar 2 insuflaciones boca a boca. Cada insuflación debe tomar alrededor de un segundo y hacer que el pecho se levante.
7.    Realizar compresiones cardíacas:
  • Colocar dos dedos en el esternón, justo debajo de los pezones, y asegurarse de no presionar en el extremo del esternón.
  • Mantener la otra mano en la frente del bebé, sosteniendo la cabeza inclinada hacia atrás.
  • Aplicar presión hacia abajo en el pecho del bebé, de tal manera que se comprima entre 1/3 y 1/2 de su profundidad.
  • Aplicar 30 compresiones, permitiendo cada vez que el pecho se levante completamente. Estas compresiones deben efectuarse de manera Rápida y fuerte sin pausa. Contar las 30 compresiones rápidamente: “1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, ya”.

8.    Dar 2 insuflaciones más. El pecho debe elevarse.
9.    Continuar la RCP (30 compresiones cardíacas, seguidas de dos insuflaciones y luego repetir).
10. Después de aproximadamente 2 minutos de RCP, si el bebé aún no presenta respiración normal, tos o algún movimiento, el socorrista debe dejarlo solo si no hay alguien más e ir a llamar al 112.
11. Repetir el paso 9 hasta que el bebé se recupere o llegue la ayuda.

Niños
Los pasos de la RCP siguen una secuencia lógica para garantizar la efectividad y éxito de la técnica. Por ello no debemos saltarnos ningún paso:
1. Verificar el nivel de consciencia del niño. Podemos preguntar cómo se encuentra o practicarle leves sacudidas o palmadas, siempre y cuando tengamos la certeza de que no padece ninguna posible lesión en el cuello o en la cabeza debido a un accidente. Se debe observar si se mueve o emite algún ruido.
2. Si obtenemos respuesta. Si el niño responde moviéndose o verbalmente, deberemos dejar al niño en la posición en la que lo hemos encontrado (a menos que esté expuesto a algún peligro adicional), comprobar su estado y pedir ayuda si fuera necesario.
3. Si no obtenemos respuesta, pedir ayuda. Si el niño está inconsciente debemos pedir ayuda a alguna persona cercana. Si no hay nadie cerca no debemos dejar solo al niño.
4. Colocar al niño boca arriba. Debemos tumbar al niño sobre una superficie dura y plana, con la cabeza boca arriba y las extremidades alineadas. Es importante evitar torcerle la cabeza y el cuello, ya que si el niño ha sufrido un accidente podría tener lesiones cervicales.
5. Abrir las vías respiratorias. Para la abertura de las vías respiratorias se realizará la maniobra frente-mentón destinada a facilitar la entrada de aire por la boca. Para evitar que la lengua caiga hacia atrás, debemos levantar la barbilla con la cabeza fija y con una mano. A la vez, con la otra mano inclinaremos la cabeza del niño hacia atrás empujando la frente hacia abajo con la otra mano. En caso de presencia de un cuerpo extraño visiblemente y fácilmente extraíble en la boca, se intentará retirarlo con la punta de los dedos, pero nunca deberemos realizar un barrido a ciegas de la cavidad bucal.
6. Valorar y comprobar la respiración del niño. Debemos poner el oído cerca de la nariz y boca del niño y observar el tórax para comprobar si respira. Observaremos, escucharemos y sentiremos durante no más de 10 segundos antes de decidir si la víctima respira con normalidad. Si hay alguna duda actuaremos como si NO fuera normal.  
7. Si respira, le colocaremos en posición lateral de seguridad (PLS) siempre que sea posible y llamaremos a urgencias hasta la llegada de los equipos asistenciales comprobando en todo momento su respiración.
8. Si el niño no respira y estamos acompañados de otra persona, debemos indicarle que avise a emergencias. Mientras, nosotros no nos separaremos del niño e iniciaremos la respiración artificial (boca-boca).
9.  Comprobar signos de vida. Para comprobar los signos de vida deberemos observar signos de tos, movimientos y/o respiración.
10. Realizar las compresiones torácicas. El objetivo es comprimir el tórax contra la espalda de forma rítmica para conseguir que la sangre salga del corazón y circule por el cuerpo.
11. Llamar a urgencias y comprobar signos de vida. Si al cabo de un minuto de empezar la RCP, seguimos solos y no hemos podido llamar a urgencias, deberemos hacerlo ahora aunque para ello tengamos que abandonar momentáneamente al niño.
12. Finalizar la RCP. Deberemos continuar combinando 30 compresiones torácicas con 2 ventilaciones hasta que:
  • Llegue la ayuda del profesional
  • La víctima recupere la respiración efectiva
  • Estemos exhaustos


Adultos

A) Apertura de la vía aérea
En la víctima relajada, la lengua impide la entrada y salida de aire.
Abra la vía aérea extendiendo la cabeza hacia atrás, colocando una mano en la frente y otra en en mentón.
Acerque su oído ala boca de la víctima. MIRE si se eleva el pecho. ESCUCHE si entra y sale el aire. SIENTA en su cara el aire exhalado.
B) Respiración de boca a boca
Ocluya las fosas nasales. Manteniendo el sello entre su boca y la de la víctima.
Sople (como para inflar un globo) dos veces. Ud. debe lograr que el pecho se eleve con cada soplido.
C) Circulación
Luego de las dos respiraciones busque el pulso en el cuello. Para ubicarlo, coloque los dos dedos sobre la nuez de Adán y deslicelos hasta su lado.
Tómese cinco segundos para ESTAR SEGURO QUE NO HAY PULSO.

SI NO HAY PULSO: INICIE LA REANIMACIÓN.
Ubique el borde inferior de las costillas y recórrala s hasta donde se unen con el esternón. Señale el lugar con sus dedos. Coloque la otra mano a continuación de de los dedos.Ponga una sobre la otra. Apoye sólo el talón de la mano.Inicie las compresiones empujando el esternón hacia abajo de 4 a 5 centímetros.
No flexione los brazos. Manténgalos perpendicularmente sobre el esternón Alterne 15 compresiones con dos respiraciones a un ritmo de 80 a 100 por minuto.
NO INTERRUMPA LA RCP

Mantengase haciendo el ciclo de 15 compresiones y 2 respiraciones hasta que llegue la ayuda.

Síndrome de la muerte de cuna.

Fallecimiento de un niño lactante, aparentemente sano, en forma inesperada, mientras duerme. La mayoría de los casos suceden debido a que los niños se asfixian o ahogan por la posición en la que se encuentran o por el contacto con objetos que se encuentran a su alrededor.
El SMSL tiene más probabilidades de ocurrir entre los 2 y 4 meses de edad y afecta más a los niños que a las niñas. La mayoría de las muertes por SMSL se presentan durante el invierno.
El abrigo excesivo y la temperatura elevada del área donde duerme aumentan el riesgo de muerte súbita.

Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de SMSL:
  • Dormir boca abajo.
  • Estar en un ambiente con humo de cigarrillo mientras están en el útero o después de nacer.
  • Dormir en la misma cama con sus padres (dormir acompañado).
  • Tendidos de cama blandos en las cunas.
  • Partos múltiples (ser mellizo, trillizo, etcétera).
  • Partos prematuros.
  • Tener un hermano o hermana que padeció SMSL.
  • Madres que fuman o consumen sustancias psicoactivas.
  • Nacer de madre adolescente.
  • Intervalos de tiempo cortos entre embarazos.
  • Cuidado prenatal tardío o ausencia de este.
  • Vivir en condiciones de pobreza.

Como disminuir el riesgo.
Para disminuir el riesgo de muerte súbita, se recomienda que la posición en el sueño sea decúbito supino (boca arriba) con la cabeza del lado. La posición decúbito supino deberá evitarse en caso de que el lactante presente trastornos gástricos así como afecciones en las vías respiratorias, también cuando exista indicación médica específica por enfermedad / discapacidad.

Se sugiere evitar el uso de superficies blandas, como edredones y almohadas, colchones viejos y cobertores aborregados. Prestación de Servicios para la atención, cuidado y desarrollo integral.




Medidas de seguridad durante el sueño y descanso.

  • En el caso de niñas/niños lactantes la posición decúbito supino (boca arriba). Con la cabeza descubierta y brazos por fuera de la sábana/frazada, considerando el clima.
  • En el caso de los niños/niñas maternales la posición será de acuerdo con las indicaciones del Centro de Atención infantil.
  • Siguiendo las indicaciones médicas para niños con discapacidad/enfermedad.
  • Cuidar que las prendas y calzado le permitan el descanso de acuerdo a las indicaciones de seguridad de la Estancia Infantil.
  • Vigile que tenga la cara descubierta.
  • Cerciórese  que la respiración del  niño sea normal, que sus fosas nasales estén limpias.
  • Evite que haya corrientes de aire.
  • Acondicione el área con iluminación, ventilación y música que permita el sueño o descanso.
  • Cuida que su ropa le permita el sueño o descanso.
  • Haga de esta actividad un momento placentero, arrúllelo, cántele, etc.
  • Respete sus necesidades de sueño/descanso.
  • Permita a los niños de 13 meses en adelante que duerman en libre postura.


Procedimiento de la Técnica de sueño y descanso en niños de 0 a 4 años.

  • Acondicione la cuna o colchoneta en donde duerme, libre de juguetes, almohadas, etc. para evitar asfixia.
  • Acueste al lactante de 0 a 12 meses en decúbito supino (boca arriba) con la cabeza descubierta, los brazos de fuera de las cobija/ frazada/ sabanas considerando el clima.
  • Acomode a los niños de un año en adelante en colchonetas en el piso, quedando pies con pies o cabeza con cabeza, separado uno de otro y permita que el niño elija la postura.
  • Si acaba de ingerir alimentos espere 1 hora para ponerlo en la cuna.
  • Acondicionar el área con iluminación, ventilación y música adecuadas.
  • Permita que el sueño de los niños se efectúe libremente.
  • Durante el descanso respete la postura que adopta naturalmente cada niño.
  • Dejar 30 cm. de espacio entre cada fila de colchonetas.


Frecuencia respiratoria en el niño de 0 a 1 año.

Al igual que la frecuencia cardíaca, la frecuencia de respiración son las veces que hacemos un proceso completo de respiración por minuto, el proceso es la inspirtacion y la espiración. 
Las frecuencias normales de respiración están entre otras causas en función de la edad en situaciones normales se pueden tomar los siguientes valores como normales de respiración.

Frecuencia en los bebés.
  • Bebés de cero a seis meses: de 30 a 50
  • Bebés de seis meses a un año: de 20 a 40

Necesidades de Sueño y Descanso de 0 a 4 años.

A medida que el niño crece y madura, también evoluciona la razón actividad/ descanso. Los períodos de vigilia van siendo más largos y el ritmos nocturno de ocho horas seguidas de sueño se va implantando poco a poco.

Ritmo de sueño en los niños.
  • Prenatal. A partir de las 12 semanas de gestación ya se han podido distinguir dos formas de sueño, A partir de las 32 semanas ya se distinguen periodos de vigilia.
  • El recién nacido necesita unas 20 horas de sueño al día, y duerme por sesiones o ciclos de cuatro horas, regulados por los periodos de alimentación e higiene. Así, a lo largo del día realizan muchos ciclos sueño-vigilia, que poco a poco se van reduciendo a medida que el niño crece, aumentando gradualmente los periodos de vigilia. En general:
  • A partir de los 4 meses, duerme en dos tandas la noche, hace una toma a las 2 ó 3 de la madrugada y duerme hasta las 7-8 de la mañana, hecho importante ya que el sueño del niño se va adaptando al del adulto. Y 3 siestas en el día. 
  • A los 9 meses duerme en tres tandas. Unas 8-10 horas por la noche y dos grandes siestas, una por la mañana y otra por la tarde. 
  • A partir de los 18 meses el niño duerme en dos periodos, la noche (aprox.12 horas) y una siesta de entre 1 hora y media y dos horas. 
  • De dos a seis años se amplían aún más los periodos de vigilia; disminuye su necesidad de dormir porque están más interesados en lo que pasa a su alrededor. Incluso gran parte de los niños manifiestan su rechazo a la siesta a partir de los tres años.  


Trastornos Alimenticios en la Adolescencia.

Anorexia.
La anorexia es considerada una epidemia, que afecta a ambos sexos, aunque la padecen mayoritariamente las adolescentes. Del total de casos, aproximadamente en un tercio de los mismos, se vuelve crónico.
Estas adolescentes poseen características comunes, tales como: perfeccionismo, muy buen rendimiento escolar, no son conflictivas, etc.
Causas.
  • Cultura por la delgadez. La publicidad, la moda, los medios de comunicación en general, hacen de la delgadez, un sinónimo de éxito, poder, aprobación, fama, dinero, etc. Si eres delgado perteneces al mundo de los “deseados y lindos”. Si tienes unos kilos de más perteneces al mundo de los “perdedores y feos”. Nada más lejos de la realidad, por supuesto.
  • Hábitos alimentarios incorrectos. Con la industrialización de los alimentos, cada día surgen nuevas preparaciones sabrosas, ricas en grasas saturadas, con un gran aporte de calorías, etc, que reemplazan a los alimentos naturales, tales como las frutas, verduras y cereales. Esto conlleva a cambiar alimentos alimentarios saludables por otros que no lo son.
  • Comer a cualquier hora. Además, se ha perdido el hábito de respetar los horarios de comida. Ahora se come cuando hay tiempo, no cuando hay que comer. Toda esta situación lleva a muchos adolescentes a subir de peso, los cuales encuentran como única salida para adelgazar “no comer”.
  • Problemas en las relaciones familiares. Las relaciones interfamiliares cada día son más complicadas y si se ven afectadas, pueden llevar a un adolescente a padecer de anorexia. Por ello es muy importante la contención familiar en esta etapa de la vida.

Bulimia.
La presión social, los problemas de autoestima y otros factores pueden desencadenar la bulimia en adolescentes, la edad más común en que suele presentarse este trastorno alimenticio. La bulimia es un desorden alimenticio caracterizado por consumir grandes cantidades de comida en períodos cortos de tiempo para luego eliminarla por medio de vómito o de laxantes. Asimismo, se suele recurrir a períodos de ayuno prolongados, ejercicio físico intenso o saunas para perder líquido corporal. El temor a engordar es la causa de este comportamiento, acompañado por síntomas depresivos, sentimientos de culpa y pérdida de control. Nueve de cada diez personas que padecen bulimia son mujeres.

Causas.


Una baja autoestima puede conducir a una excesiva preocupación por el aspecto físico, lo que lleva a realizar dietas restrictivas, que no siempre producen los resultados deseados, alternadas con episodios de consumo incontrolado de comida, que provocan un desequilibrio metabólico. El paciente tiene sentimientos de culpabilidad a consecuencia del atracón, y su preocupación por engordar genera otras conductas como el vómito auto-inducido y el abuso de laxantes.

Vigorexia.
La vigorexia es un trastorno mental en el que la persona se obsesiona por su estado físico hasta niveles patológicos. Estas personas tienen una visión distorsionada de ellos mismos y se ven débiles y enclenques. Por este motivo, el trastorno incide directamente sobre su conducta alimentaria y sus hábitos de vida, y se caracteriza por realizar una actividad física extrema, abandonando las relaciones sociales y descuidando otros aspectos de su vida, para dedicar todo su tiempo a entrenar.

Causas.
Puede estar ocasionada por problemas fisiológicos o emocionales, casi siempre relacionados con el entorno del afectado.
Los problemas fisiológicos están asociados a trastornos en las hormonas y los mediadores de la trasmisión nerviosa del Sistema Nervioso Central.
En el caso de que este trastorno aparezca vinculado a la relación del paciente con su entorno, se encuentran implicados factores sociales, culturales y educativos, que influyen para que el individuo desarrolle un tipo de personalidad obsesiva.