Es muy sencillo rasparse al caer de rodillas, con las manos
o codos sobre una superficie áspera. Por lo general estos raspones ocurren en
las capas superiores de piel, por lo que no son tan dolorosos.
Los raspones pueden ser dolorosos cuando se lastiman las
numerosas y muy finas terminales nerviosas justo por debajo de la piel.
¿Qué debemos hacer?
- Evita el contacto con la sangre tanto para evitar la infección de la lesión como para tu protección. Para ello, lávate las manos y ponte guantes desechables.
- Detén la hemorragia presionando directamente sobre la herida, si no se ha parado espontáneamente.
- Limpia la herida con agua corriente y fresca a chorro. Deja que el agua corra encima de la herida para que arrastre los cuerpos extraños (tierra o restos de tejidos) hasta que no quede suciedad.
- Seca la piel de alrededor sin tocar la herida. Si un cuerpo extraño está clavado en la herida, intenta sujetarlo para evitar su movimiento.
- Cubre la herida con un apósito estéril o un pañuelo limpio y seco.
- Acude al médico para que valore el estado de la herida y valore si el niño o el bebé está vacunado contra el tétanos.
- Vuelve a lavarte las manos después de haber prestado el primer auxilio.
Lo que no debemos hacer en caso de heridas:
- Frotar la herida para quitar la suciedad.
- Retrasar la asistencia médica. El plazo para que se puedan aplicar puntos de sutura en una herida es de un máximo de 4 a 6 horas desde que se produce.
- Poner vendajes apretados para evitar que sangre.
- Cauterizar (quemar) la herida.
- Poner antisépticos, pomadas, ungüentos o antibióticos sobre la herida.
- Intentar extraer un cuerpo extraño clavado sobre la herida.
- Usar algodón y alcohol, en cualquiera de sus formas.
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